Causa de Beatificación de Francisco Franco
SU VIDA ESPIRITUAL
Franco oraba muchas veces ante el Santísimo. Uno de sus confesores contaba que en circunstancias muy graves sobre las que tenía a que tomar decisiones importantes, mandaba al capellán de El Pardo exponerle el Santísimo y, a solas, permanecía muchas horas en oración.
Era tal el recogimiento ante el santísimo, cuenta un capellán de El Pardo, que en una ocasión en la que se encontraba rezando, se le acercó una persona al parecer importante y le entregó un sobre. Él, sin mirarlo, lo metió en el bolsillo. El mensajero, preocupado y confuso le dijo; “Excelencia… es importante”. El caudillo con los ojos fijos en el Sagrario respondió: “más urgente es lo que estamos haciendo”.
En “El Mensajero del Corazón de Jesús” se publicó que Franco oró durante varias horas ante el Sagrario cuando el embajador alemán Von Molkte le exigió por orden de Hitler, que antes de 48 horas España había de entrar en la guerra a su favor. Enterados de estas pretensiones, exigieron lo mismo los embajadores de Inglaterra y de Estados Unidos para que lo hiciera en favor de sus respectivas naciones. Franco les respondió a todos que tenía que pensarlo. …“Franco se recluye en la capilla y allí ante el Santísimo ora intensamente”. Sin haber pasado 24 horas de estos hechos, muere de manera repentina el embajador alemán. Su exigencia quedó pendiente, pasó el momento crítico y España no entró en la guerra ni quedó invadida.
Un sacerdote que le dio ejercicios escribía de “él tenía en sus manos el Misal y siguió la Misa con gran devoción. Después de la Misa y dando gracias él lo hizo con un recogimiento admirable. Las manos cruzadas delante del pecho, la cabeza inclinada y con una devoción total”. Lo mismo hacía en las cacerías “todos los demás salían pronto de la capilla pero el Caudillo permanecía allí, profundamente recogido durante unos 15 minutos dando gracias después de la comunión”.
Sin esa fe y sin este amor a la Eucaristía, para los que creemos en la Providencia, no se explican los extraordinarios acontecimientos históricos que Franco protagonizó y que hicieron que nuestra guerra civil fuera calificada como hemos dicho antes como Cruzada.
A Franco y a la generosidad de tantos españoles que dieron sus vidas por España al grito de “Viva Cristo Rey “, se les reconocía con este calificativo la trascendencia de su sacrificio. Por eso no es de extrañar que como hemos citado arriba Franco recibiera de manos del Papa Pio XII la máxima condecoración de la Iglesia: la Suprema Orden de Cristo. Con ocasión de dicho acontecimiento el mismo pontífice y ante el embajador español ante la Santa Sede decía en 1.943: “Hemos visto a Cristo triunfar en la escuela, resurgir la Iglesia de las ruinas abrasadas y penetrar el espíritu cristiano en las Leyes, en las instituciones y en todas las manifestaciones otra vez en nuestra historia”.
El cardenal Gomá actuó desde el comienzo de la guerra como intermediario y enlace de la zona nacional y la Santa Sede. Enviaba de vez en cuando informes sobre la situación española El tercer informe fechado en Pamplona el 24 de Octubre de 1.936 es el primero que manifiesta el carácter religioso de Franco: “Tiene el Generalísimo arraigados sentimientos religiosos, cumple como un buen cristiano con los preceptos de la Santa y Iglesia y manifiesta decidido empeño en que se restaure la vida religiosa en el país, empezando por la reforma de nuestra legislación tan embebida de espíritu laico por obra del último gobierno”.